"Independientemente de lo que esté sucediendo a nivel físico, es muy común sentir a nuestra llama gemela en sueños, en meditación o inclusive, estando despierto, percibir su esencia. Al alma, que está libre de ego, no le importan las objeciones que puedan haber en el plano físico para no estar juntos. Desea estar con su complemento y llega sin más.
Estos encuentros con el alma de la llama intensifican el anhelo de la parte que lo recuerda, lo cual dificulta el que ésta se olvide y pase a algo más aunque haya un alejamiento físico. La discrepancia entre el mundo espiritual y el físico puede ser tal y resultar tan intolerable que la llama consciente de la conexión es impulsada a sanar... o sana o se enloquece. Supongo que así ha sido pactado entre las almas. Porque a medida que una sana, la otra parte también. Así que se siguen impulsando la una a la otra hacia la evolución aun durante la separación en este plano.
También es normal entre las llamas gemelas que estos encuentros entre el cuerpo físico de una de las partes y el etérico de la otra, o de ambas almas en etérico, sean sexuales. Esto da paso a la depuración sexual y a la fusión de almas.
La depuración sexual es parte del proceso de sanación. A través de ésta se van sanando los patrones distorsionados humanos acerca del sexo, primero en la pareja de llamas para después quedar grabado en el inconsciente colectivo. A medida que las almas hacen el amor van depurando y volviéndose a integrar la una con la otra, para ser nuevamente una sola alma. La fusión de almas no es cosa de una vez, en realidad se va completando a través de este intercambio repetitivo.
Este encuentro con el alma de la llama puede suceder entre parejas en las que ambas partes están encarnadas y en parejas en la que solo una lo está. De cualquier modo, es un encuentro sublime que ayuda a recordar que somos mucho más de lo que los ojos ven."
Annete Ruiz
Sirena Corazón
Blog "Almas Gemelas que se Unen"
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