Cuento "Reencuentro con la Llama Gemela" (ya publicado aquí en el blog)

 

                       

 

"Reencuentro con la llama gemela "

Hace muchas décadas, al principio de todos los tiempos,  en un lugar sagrado más allá de la luz, más allá del espacio y del tiempo,  un lugar donde las almas pueden escuchar el silencio, donde la  paz interior y el amor incondicional  moran a en el corazón de todos los seres que habitan  en aquel lugar. Los grandes maestros, los  sabios  y  el  universo entero  se reunieron para  planificar  algo fantástico, algo que podría ayudar en la ascensión del planeta.  Todo fue minuciosamente planificado y elaborado para que fuese perfecto.  Cuando llegó el momento adecuado   algo muy especial  y maravilloso ocurrió, pues tuvo lugar un hermoso nacimiento, eran dos gemelos nacidos de la misma fuente, dos Seres de luz preciosos, llenos de sabiduría y mucho amor. Eran fuertes  y con una energía inagotable. Pero eran espíritus inquietos y habían nacido para una misión conjunta de amor eterno  tanto   para sus hermanos como para ellos mismos.  Era tanto el amor que sentían por ayudar a los más desvalidos que  es entonces cuando decidieron  renacer de nuevo, encarnar en un hermoso planeta  para vivir una experiencia humana,  poder  ver, sentir y vivir como humanos y así poder llevar a cabo su misión conjunta.

Así pues después de haber tomado la decisión hicieron un pacto de amor eterno  en el cual se comprometieron que a  pesar de emprender aquel  viaje por separado para poder experimentar compartir y crecer en el amor, sus nobles almas no pararían hasta encontrase de nuevo.

Así  emprendió su viaje el primer gemelo, encarnando a la diosa del amor a la  energía femenina, la fertilidad, dadora  de vida de increíble y sobrehumana energía, dejando temporalmente a su amado gemelo. Pero era tanto el amor que sentía por su amado, que ese amor se convirtió en Luz, una Luz tan intensa que fue dejando un rastro para que al llegar su otra mitad a la tierra  pudiese encontrarla y  asi reconocerla.  Años más tarde emprendió su viaje el  segundo gemelo, encarnando en energía masculina, un Ser fuerte, libre, dador de amor y protección y de una energía inagotable.

Ambos por separado y  naciendo de familias distintas, iban creciendo y experimentando día tras día todas aquellas cosas que aquella nueva vida ponía a su paso.

Vivieron una infancia llena de historias y de experiencias que no podían  comprender aunque para ellos era real y lo recordaban en la edad adulta como sueños vividos.

No eran  niños como los demás, eran distintos, muy sensibles a todo lo que les rodeaba, amorosos y sin saber porqué sentían  una gran necesidad de conectar con el universo, que para ellos era mirar las estrellas y el cielo, como si en realidad pudiesen comunicarse con él. Eran solitarios  y en muchas ocasiones se les catalogaba como seres  extraños, pero eso a ellos no les importaba demasiado, pues era  su naturaleza.

Pasaron los años y fueron viviendo cada uno una vida llena de experiencias y de situaciones que les ayudaba a crecer cada vez más. Pero un día, en una noche de luna llena, los maestros , sabios, magos, el consejo Kármico  y todos los seres que habitan al otro lado en los templos del saber así  como  el universo entero se dieron cuenta de que había llegado el momento de despertar a uno de los gemelos, el que había encarnado en  la energía femenina.

Entonces  ella fue inducida en un sueño muy profundo  y su espíritu fue  elevado  hacia lo más alto, a un lugar sagrado donde fue recibida por unos hermosos Seres de Luz. Estos Seres le dieron un mensaje que decía:   “ Estas preparada para  ver” .  Ella quedó paralizada de ver y sentir todo aquello que estaba ocurriendo pues no daba credibilidad a lo que estaba viendo,  todo era tan hermoso y aquellos Seres tan bellos que no savia si era real o era un sueño.   Fue entonces cuando los velos del olvido fueron retirados para siempre y pudo recordar quién  era,  de donde venía y que es lo que había venido a hacer aquí. Era tan hermoso lo que sentía, tan grande el amor que brotaba de su corazón que lloró de alegría y de amor sintiéndose muy afortunada por todos aquellos  hermosos regalos que había recibido y no encontraba las  palabras de agradecimiento.

A partir de aquel instante toda su vida fue aún más intensa, llena de aventuras unas mejores otras no tanto, pero ella comprendía que todas y cada una de ellas eran necesarias para su evolución y su crecimiento. Cada vez su espíritu se sentía más elevado más puro y más lleno de amor y luz, ella poda  percibir eso de sí misma y por ello se sentía aun más dichosa y plena.

Todo era maravilloso, pero entonces ocurrió algo extraño en  ella,  pues empezó a sentir una añoranza que no entendía,  era algo muy profundo que le provocaba tristeza,  era como si faltase parte de su Ser, aunque no  encontraba  explicación alguna y no comprendía porque  estaba sintiendo todo aquello.

Ahí empezó el verdadero anhelo y de forma inconsciente empezó a buscar a su llama gemela a su otra mitad y lo decretó en el cielo y en la tierra.  Largos años duró la  búsqueda y aunque aparecieren otros Seres en su camino que le ayudaron a crecer, siempre ocurrían cosas que le demostraban que había fracasado  en su búsqueda ,  aunque el universo y sus guías  no dejaban de enviarle señales, a veces era tanto el anhelo que sentía que caía en error y se confundía una y otra vez. Una noche tuvo un sueño y le anunciaron que Ese Ser al que tanto ella anhelaba vendría a buscarla. Sintió alegría pero a la vez sintió miedo pues temía fracasar de nuevo.   Pero a pesar de todo, siendo consciente de sus resistencias y sus  miedos se dejo llevar por sus sentimientos y su instinto, esperando impaciente a que ese Ser apareciera.  Un buen día algo mágico ocurrió, conoció a alguien con el que se dio cuenta que podía compartir tanto lo terrenal como lo espiritual y sin saberlo empezaron a caminar juntos, desde el cariño, la confianza y el respeto, pero además  se ayudaban mutuamente de tal forma que parecía que el uno siempre estaba pendiente del otro y a la inversa.   Tenían  una necesidad impetuosa de comunicarse todos los días sin saber porque,  sus corazones estaban limpios y puros dejándose llevar por ese instinto tan hermoso. Eran amables el uno con el otro,  lo compartían todo y en sus ayudas mutuas intercambiaban y fusionaban sus energías.   Así fueron naciendo y creciendo sentimientos mucho más profundos, sentimientos que no pertenecían al plano físico sino a algo más espiritual, algo mucho más elevado.  Los  lazos que se iban manifestando cada vez eran más intensos, eran unos lazos que traspasaban las barreras del espacio y del tiempo, eran lazos de almas, eran lazos de amor pactados desde el inicio de todos los tiempos y  que nada ni nadie podían romper.  Existía un lenguaje oculto entre los gemelos, cosas que aún no estaban permitidas decir ni expresar, pero la situación cada vez era más hermosa, aunque eran conscientes de que debían esperar el momento adecuado, pues aún existían algunos impedimentos que no permitían un acercamiento más íntimo. I así sin ni siquiera pensarlo  y  de forma inconsciente como si se conocieran de toda la vida iniciaron  camino  juntos,  ya  que esas  dos almas buscaban lo mismo, un amor verdadero y elevado, buscaban el amor sagrado.

De pronto un día, ella le miró a  los ojos  y  en ellos pudo ver reflejados los suyos y entonces le reconoció, se dio cuenta de que aquel Ser que el  destino había puesto en su camino era  su gemelo, era su amor del cielo manifestado en la tierra.  Era,  aquel  con el que ya en la antigüedad había compartido no una sola vida sino otras vidas, aquel con el que había hecho muchos pactos y lazos de amor.  Su corazón rebosaba de amor y de alegría y de sus ojos brotaron las lágrimas pues se sentía afortunada  y   dichosa por haber encontrado  lo que tantos años había estado buscando. Pero en ella apareció de nuevo el miedo y como un monstruo  en la mitad de la noche la hizo dudar, ya que  el aún no la había reconocido y ella ni siquiera  sabia si la reconocería. Entonces la diosa del amor recordó un sueño que tuvo, que en realidad no era un sueño sino  un mensaje de sus  amados  guías en el que le permitieron ver que su  gemelo, su amor eterno la vendría a buscar cuando fuera el momento adecuado, ya que  todo había sido preparado minuciosamente desde lo más alto y entonces pudo recordar de nuevo todos los detalles de aquel mensaje.  “ Le reconocerás  porque vendrá a ti, vendrá a buscarte sin dudarlo un momento, pero además pon atención pues  llevará  un símbolo rojo colgando de su cuello”  ella comprendió que era una señal que ella veria,  pero tambien una protección.  La Diosa del amor  a pesar de sus dudas decidió seguir caminando, pues gracias a otros compañeros de camino que salieron a su paso mucho tiempo antes que apareciera  su gemelo, pudo ser consciente de lo muchísimo que  había aprendido y entonces se dio cuenta que estaba preparada para equivocarse de nuevo y seguir buscando. De pronto  desde lo más profundo de su  corazón y elevándose hacia lo más alto, puso todo en manos del universo como  ya había hecho en otras ocasiones  y pensó  “ Si no sigo caminando  nunca  sabré lo que hay al final del camino para mí y siempre me quedarán las dudas pero si decido seguir caminando  y al final mi gemelo me reconoce, entenderé que la búsqueda ha concluido y lo viviré como un regalo divino y juntos podremos realizar nuestra misión conjunta de amor eterno, viviendo en el espíritu  y  en lo humano. De pronto un suave viento se alzó y susurro en sus oídos,   una extraña corriente  hizo vibrar su corazón y entonces pudo sentir una voz  interior  que le decía :confía,  confía,  confía."

                                                                                                                               Montse Torres

 

 

"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos" Julio Cortázar

 Sirena Corazón

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