en el fondo las cosas tienen su plan
secreto,aunque nosotros no lo entendamos"
"La sincronicidad: La magia en
movimiento
Denominado por la mayoría de las
personas como “casualidades”, la sincronicidad es el principio que rige esa
serie de circunstancias y acontecimientos que nos pasan en el momento justo, en
el lugar idóneo, en la situación perfecta.
Como decía Paulo Coelho en El
Alquimista: “cuando deseas algo, todo el universo conspira para que lo
consigas“.
Sincronicidad es un término
originariamente acuñado por Jung que se refiere a la unión de los
acontecimientos interiores y exteriores de un modo que no se puede explicar pero
que tiene sentido para el observador, es decir, ese tipo de eventos en nuestra
vida que solemos achacar a la casualidad, a la suerte, o a la
magia.
¿has experimentado alguna vez el
placer de encontrar a la persona exacta que necesitabas aparecida de la nada?,¿o
recibiste la llamada de
alguien del pasado de la que apenas
unas horas antes te habías acordado sin motivo aparente?, ¿o ese libro que
encontraste al azar que responde a la duda que te tenía bloqueado?. La
sincronicidad nos representa en el plano físico la idea o solución que mora en
la mente de la manera más fácil y sin apenas esfuerzo. Se trata de vivir el
mayor tiempo posible en ese “fluir” que hace que la vida parezca una aventura
permanente, un viaje de descubrimiento constante sobre uno mismo, sobre los
demás y el universo. Decir sincronicidad es lo mismo que decir
magia.
Hay unas condiciones óptimas de
manifestación, un estado mental propicio para que puedan producirse y son los
momentos personales intensos que nos obligan a estar muy pendientes de las
señales del exterior, los momentos en que buscamos ayuda por intensas vivencias
o crisis emocionales, los cambios bruscos, los viajes, los momentos de peligro,
las muertes de seres queridos. Los momentos en que nos olvidamos de la
seguridad, de lo conocido y trillado, del plan establecido, de lo que se supone
que debemos hacer, son los que nos sumergen en un estado de alerta y apertura
perfectos para ser consciente de esa dimensión simbólica de la vida que es la
que al final nos da la clave no sólo para la solución de nuestros problemas,
sino para hallar nuevas maneras de vivir intensa y
conscientemente.
La fé juega en esto un importante
papel, la fé en uno mismo, en la fuerza creativa del universo que nos guia
exactamente a dónde queremos llegar, la certeza de que si existe un miedo que
nos bloquea, también hay un amor que nos motiva a experimentar más allá de lo
conocido; pero hemos de elegir la aventura y no el
hastío.
Somos lo que pensamos, y
experimentaremos esa magia sólo si antes le damos la oportunidad creyendo en
ella y invitándola a jugar en nuestras vidas. Esos momentos difíciles o
especiales nos han puesto en ese estado de apertura y recepción, de nosotros
depende que sigamos en esa actitud de aceptación de esa fuerza universal que
parece saber exactamente lo que precisamos y nos lo brinda
generosamente.
No es ver para creer sino creer
para ver, pues lo que hay en nuestra mente es lo que hace que nos atraigan y que
nos veamos atraídos hacia lo que es análogo. Esa es la manera en que todo se
agrupa.
La simbología y el sentido de estos
acontecimientos nos da el mensaje exacto que el universo representa para
nosotros igual que si fuera una sesión de cine particular. Las ideas poseen una
vibración, a otros niveles tienen forma y color que hace que atraigan lo
análogo. Al atraer lo que se le asemeja podemos leer en la materia lo que
realmente pensamos sobre nosotros mismos y del universo, y tomar decisiones
sobre lo que deseamos ver convertido en realidad y lo que
no.
Pero entonces diras ¿y porque no
vivimos permanentemente en ese estado idílico en el que todo se resuelve, en el
que la información fluye, en el que si fuera verdad seríamos como pequeños
dioses creando lo que se nos antojara?. Pues siempre depende de que en la mente
haya mensajes positivos, y emociones bondadosas en el
corazón.
1.- El estado fluido es de muy
elevada vibración y de una conexión intensa de mente y corazón, es decir, que el
sentimiento es el que nos lleva a hacer tal cual cosa, es el que - valga la
redundancia- da “sentido” a la vida. El sentimiento nos conecta directamente con
el alma de las cosas y el pensamiento debe de contenerlo y construir sobre él
pero nunca dejar de amarlo.
Normalmente experimentamos desde la
idea preconcebida y decidimos luego que sentir por ella, emitimos un juicio
antes de que la realidad se presente y hace que no veamos lo que es sino lo que
queremos ver, y la magia se desvanece bajo el peso de la razón sin sentimiento
por el miedo a lo desconocido. El miedo y la duda corta el flujo
instantáneamente.
2.- El estado fluido está en
permanente movimiento. Cada pieza del puzzle aparece en el preciso momento con
la condición de agarrarnos conscientes, despiertos, alertas y deseosos de
recibirlas. Es como un juego en el que las reglas se van desvelando a medida que
avanzamos. Las piezas nos vienen en forma de señales y analogías en la vida real
y en forma de sueños mientras dormimos. El desentrañar el significado de esas
señales es como aprender a descifrar las instrucciones del mapa del
tesoro.
Las actitudes derrotistas, la
negatividad que lleva al cansancio, a la rutina, a desear recibir constantemente
en lugar de darse a uno mismo y a los demás, generan estados de bloqueo e
inactividad. Para ver las señales hemos de hallarnos en
camino.
3.- Fluir es confianza, certeza en
las propias posibilidades y en las de la corriente creativa del universo. Fluir
significa trabajar por ese estado positivo interior que nos mantiene protegidos
y dispuestos a abrirnos a nuevas experiencias y milagros. Mientras nuestro
discurso interno (y externo) sea “creo”, “puedo”, “confío”, “busco y encuentro”,
“resuelvo”, “disfruto”, “es posible” “si y además” y “me gusta”, todo irá bien
sin ninguna duda.
Habitualmente los miedos, dudas y
la falta de información de lo que realmente somos capaces y de nuestra verdadera
misión en la vida nos bloquean y retrasan en el camino. Nos hacen mirar al
pasado con resentimiento y al futuro con cierto recelo. Aparecen los que yo
llamo los “isidoros” (¿y si me pasa esto o y si me equivoco?), los “es que” (es
que no sé, ya lo intenté pero...), los “si pero” y “no pero”, los “no puedo”,
los “esto es imposible”, y los “es difícil”, “esto es lo que hay”, “no hay otra
opción” y demás programación negativa. Si eso hay en la mente, eso es lo que se
materializará.
4.- Fluir no sabe de retenciones y
por lo tanto tampoco del uso de la fuerza, no es tanto vencernos sino
convencernos, motivarnos y dirigirnos hacia lo que deseamos ver convertido en
realidad. La reina de la fluidez, el agua, nunca se esfuerza demasiado en nada,
busca siempre la salida hacia el mar.
Es muy común perdernos en luchar
contra lo que queremos ver desparecer, lo que lo hace mucho más grande.
Transformar el muro en escalera para lograr ver el otro lado suele ser mejor
solución que darnos de cabezazos contra él.
5.- Fluir es seguir fielmente la
voz de la intuición y comprometernos con ella; trabajarla hasta que sepamos
distinguirla perfectamente de otras voces. ¿y como saber lo que es intuición de
la voz del Ego?. Igual que el amor es el polo opuesto del temor, la intuición
que viene de nuestro Ser interno es el polo opuesto de la voz del ego que nos
habla. Son lo mismo, sólo que un polo es guiado por el amor y el otro por el
temor.
Tomado de http://podermental111.blogspot.com/2014/08/la-sincronicidad-la-magia-en-movimiento.html?spref=fb
Blog "Almas Gemelas que se Unen"
http://almasgemelasqueseunen.blogspot.com
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